Bodega fundada en 1931 por D. José Luís Ferrer Ramonell en Binissalem, población en Mallorca famosa por su tradición vinícola. Hoy en día continúa siendo una empresa familiar, ya en su 4ª generación, y elaborando una gran variedad de vinos, con D.O.Binissalem, (tintos, blancos, rosados, espumosos y dulces) en diferentes líneas y siempre en base a las mejores uvas autóctonas de la isla, como las variedades Mantonegro, Callet y Moll.
La bodega cuenta con unas magníficas instalaciones y es, posiblemente, la más prestigiosa y conocida de Mallorca.
En diversas ocasiones ha sido galardonada con premios internacionales, con medallas en los Concourse Mondial de Bruxelles, Mundus Vini, Berliner Wein Trophy, etc
La familia Feliu tiene una larga tradición en la elaboración de vinos, contando con un celler tradicional muy antiguo y 16 has de viñedos propios entre Manacor y Porreras.
En 2012 se decidió relanzar esta actividad, con el objetivo de conseguir vinos de la máxima calidad, en producciones limitadas y con certificación ecológica. Fue un 3 de Octubre (3.10) cuando surgió este nuevo proyecto: 3 socios, 3 tipos de vino y una calidad de 10. Había nacido el Celler 3.10 !
Actualmente, y bajo el concepto de bodega- boutique, el Celler 3.10 elabora cuidadosamente vino blanco, rosado y tinto, en una sabia combinación de uvas autóctonas de la isla (Callet, Giró, Prensal) con otras reconocidas variedades internacionales.
El diseño de sus etiquetas es fresco y moderno, aunque basado en la tradición de las “Rondaies Mallorquines” antiguos cuentos populares de la isla.
Los orígenes de esta espectacular finca se remontan al año 1236, cuando el rey Jaime I conquistó Mallorca y premió su ayuda al caballero Ludovico de Vic con las tierras del valle de Superna.
En 1981 la familia mallorquina Sampol compró la possessió de Son Vich (Puigpunyent), que con más de 300 hectárea era todo un reto. Sembrar viñas era uno de los proyectos de Gabriel Sampol y en 2006 se consiguió, plantando 8,5 has de viñedo.
Las especiales condiciones de la finca, muy montañosa, y su altura (500 mts sobre el mar) traen consigo un microclima, con noches más frescas y hasta 10º C de diferencia con otras zonas de la isla.
El resultado son unos vinos menos alcohólicos, más frescos y elegantes y con una personalidad claramente diferenciada. Actualmente la bodega elabora, con un especial respeto al medio ambiente, vinos blancos, rosados y tintos, basados en variedades autóctonas (Prensal, Mantonegro, Gargollassa) y otras internacionales.
Una finca y unos vinos que son un auténtico tesoro de la Serra de Tramuntana, patrimonio mundial de la UNESCO.
Esta bodega ubicada en Petra es centenaria, pero más que mirar al pasado se proyecta con fuerza hacia el futuro.
Pilar Oliver es ya la 4ª generación de la familia y junto a su marido, Jaume Olivella, ambos enólogos de formación, han tomado las riendas de Miquel Oliver.
Pero además de sus sólidos conocimientos, quizás lo más importante es que sus vinos se hacen con pasión, con alma, y de hecho, cada uno de los que hacen, tiene una historia detrás. Y un nombre especial que simboliza esa preciosa historia.
Te añadiremos que los vinos se hacen con uvas autóctonas (Callet, Prensal, Fogoneu o Giró), y también con variedades internacionales, siempre bajo el sello de la D.O. Pla i Llevant.
Da igual si prefieres los blancos, los rosados o los tintos, porque esta bodega te ofrece un amplio abanico de posibilidades. Lo importante es que los pruebes y desveles los secretos que esconde cada uno de ellos. Seguro que descubrirás tu favorito.