Espías en Mallorca
Es habitual que los niños sueñen con lo que les gustaría ser de mayor y, en general, prefieren profesiones que den fama, dinero, o una vida llena de aventuras. Muchos dicen que futbolista, otros, piloto de avión o astronauta y algunos, incluso agente secreto.
Obviamente no todos alcanzan sus sueños, y en verdad, lo de hacerse agente secreto o espía parece algo más propio de las películas de 007 que de la realidad. Pero siguen existiendo, y de hecho, nuestra isla ha albergado a muchos de ellos aunque este asunto siga siendo materia reservada.
Una época especialmente intensa en esta actividad fueron nuestra guerra civil, la II guerra mundial y la guerra fría. En Mallorca hubo agentes de ambos lados así que hoy hablaremos de este tema, de los espías en Mallorca y, sobre todo, de un agente británico, Tommy Harris.
Los servicios secretos británicos
Muy famosos por la popular serie de películas de James Bond, el agente 007, los servicios secretos británicos se dividen entre el MI5 y el MI6. Hoy en día, el “Security Service” o MI5 se encarga de la seguridad interior del Reino Unido y el “Secret Intelligence Service” o MI6 se encarga de la seguridad exterior, a nivel mundial.
Este tipo de agencias gubernamentales siempre buscan seleccionar a personas con una muy buena formación y, aún mejor, si también están bien relacionadas. Para hacernos una idea de cómo pueden llegar a infiltrarse estos servicios, citar que el mismísimo Benito Mussolini, cuando era director del diario “Il Popolo d’Italia” de Milán, fue agente del MI5.
Agencias de otros países
A menudo se dice que “la información es poder”, y por eso, en distintas épocas, los países más poderosos siempre han destinado muchos recursos a sus servicios secretos. Los más conocidos son: la CIA (de EE.UU.), el KGB (de la URSS) y ahora sustituido por el FSB (de Rusia), además de los ya mencionados MI5 / MI6 (del Reino Unido). Otro que se hizo muy famoso fue la STASI (de la desaparecida DDR, República democrática alemana), pero posiblemente el más dinámico y efectivo de todos sea el MOSSAD (de Israel).
Un artista metido a espía
Tomás Harris Rodríguez, nació en Inglaterra en 1908, de padre inglés y madre española, de Sevilla. Tanto su familia paterna como la materna se habían dedicado con éxito al arte y antigüedades, y Tommy también dirigió sus pasos a este ámbito. Estudió en la Slade School of Fine Art de Londres y en la British School at Rome, en Italia. Esta exquisita formación y su privilegiado ambiente familiar, le permitieron ser pintor, escultor, coleccionista y marchante de arte, llegando a ser un gran especialista en Goya.
Al parecer, su hermana mayor Enriqueta ya estaba muy introducida en el mundo artístico y conocía muy bien a Anthony Blunt. Este fue profesor en la universidad de Cambridge, nombrado “Curator” (cargo de conservador de arte) de la Royal Collection e incluso asesor personal de la reina de Inglaterra, en definitiva, toda una institución en el arte y las altas esferas.
Siendo Tommy Harris medio inglés y medio español, culto y refinado, y con buenas conexiones personales, tendría el perfil ideal para estar en un servicio secreto. Y así debieron pensarlo en el MI6 cuando lo captaron para colaborar con ellos.
La mujer de Tommy, Hilda, era una gran anfitriona y organizaba cenas y eventos en su elegante casa en el prestigioso barrio de Mayfair. Allí se ofrecían exquisitas comidas y los vinos más finos, reuniones a las que acudía lo más sibarita de la sociedad británica, entre ellos muchos exalumnos de la prestigiosa universidad de Cambridge. Artistas, nobles, marchantes de arte, anticuarios, historiadores, militares y cargos del gobierno eran habituales en estos encuentros. Entre ellos Kim Philby, Desmond Bristow, Donald MacLean, Lord Victor (III Barón de Rothschild), Guy M Liddell, Ewen Montagu, Guy Burgess y el propio Anthony Blunt, ya mencionado antes.
En estos ambientes se movían los Harris, un caldo de cultivo ideal para codearse con amistades influyentes e ir captando sustanciosas informaciones.
La motivación: ¿ideales o ambición?
Muchos de los personajes que se han citado participaron de las actividades de espionaje o contraespionaje. Algunos por obligación de su cargo gubernamental, otros por ambición personal, por convicciones políticas o quizás, simplemente por aderezar su vida con un poco de aventura. Tanto Blunt, como Philby, Burgess o MacLean, a pesar de haber nacido en familias bien situadas, eran comunistas convencidos. Sin embargo, Tommy Harris, parece que tenía un perfil simplemente antifascista.
Un catalán con mucho garbo
“Garbo”, con este peculiar nombre era conocido Joan Pujol García, un avispado catalán que participó en la guerra civil como alférez en el bando republicano, y que después tuvo la habilidad de infiltrarse en los servicios secretos de la Alemania nazi. Por si esto fuera poco, se ofreció posteriormente a los servicios británicos, haciendo labores de doble agente, en realidad engañando a los alemanes y favoreciendo a los aliados.
Y … ¿Por qué mencionamos a Garbo, cuando el artículo está centrado en Tomás Harris? Pues precisamente porque el contacto directo con el servicio secreto británico era Tomás Harris. Si Pujol era la cara visible, Harris era el cerebro de ese personaje que ha trascendido a la historia como Garbo. Entre ambos crearon una red ficticia, en realidad inexistente, de casi 20 subagentes que estaban esparcidos por Inglaterra y que proporcionaban información a los alemanes a través de Pujol, al cual ellos conocían por otro nombre, “Arabel”.
Su mayor éxito fue la más espectacular operación de engaño de la II Guerra Mundial, conseguir convencer mediante falsas pistas a Hitler y al alto estado nazi de que el gran desembarco aliado de 1944 iba a realizarse a través de Calais, y no en Normandía como finalmente fue. Este engaño permitió el éxito de la operación y salvar miles de vidas, tanto de un bando como de otro.
Lo increíble de este personaje, es que, por sus méritos, fue condecorado tanto con la “Orden del Imperio Británico”, como con la “Cruz de Hierro” del régimen nazi. La vida de este hombre fue realmente trepidante, y no hay espacio aquí para relatar todas sus peripecias. A quien interesen estos temas, recomendamos especialmente leer algún libro o ver algún documental sobre Joan Pujol, alias Garbo.
Allan Hillgarth
Las redes de espionaje se extienden como las ramas de un árbol y muchos de sus elementos están interconectados aunque ellos mismos no lo sepan. No conocemos cómo pudieron estar relacionados Harris y Hillgarth, capitán de la armada y cónsul británico en Mallorca en los años ’30 y ’40. Pero lo que si sabemos es que también trabajó para los servicios secretos británicos, desde su oficina en El Terreno. Adquirió y se instaló en una bonita finca en Santa María del Camí, Son Torrella, y tenía buenas relaciones con Joan March, el contrabandista y más tarde banquero mallorquín.
Contaba con toda una red de agentes, en todos los puertos españoles, otros infiltrados dentro de la policía y en el ministerio del interior, y también en los ambientes aristocráticos de nuestro país. Era, por así decirlo, los “ojos de Churchill” en el Mediterráneo occidental.
Participó de otra conocida operación de engaño a los nazis, la operación “Mincemeat”, haciéndoles creer que un gran desembarco de los aliados sucedería en las islas griegas, cuando en realidad finalmente tuvo lugar en Sicilia.
El grupo de Cambridge ¿quiénes eran?
La famosa Universidad de Cambridge, donde se educa a brillantes estudiantes y en general procedentes de familias pudientes y bien relacionadas, ha sido un lugar ideal para reclutar agentes secretos. Así lo fueron “los Cinco de Cambridge”: Anthony Blunt, John Cairncross, Kim Philby, Guy Burgess y Donald Mac Lean, que durante años trabajaron para los servicios secretos británicos. El gran escándalo estalló cuando se supo que también espiaban para los soviéticos, haciendo de agentes dobles. Cuando las sospechas ya los acorralaban, varios de ellos desertaron y escaparon a Rusia: Burgess y Maclean en 1951, Philby en 1963. Al año siguiente, 1964, fue descubierto Blunt, aunque pudo evitar la cárcel por colaborar y posiblemente, por sus excelentes relaciones con la reina de Inglaterra. Cairncross nunca admitió ser parte de este grupo y de estas actividades.
Siendo varios de ellos íntimos amigos de Harris, siempre se ha especulado si también Tommy estuvo trabajando para los soviéticos, aunque este punto nunca se ha podido confirmar.
Los Harris se trasladan a Mallorca
Acabada la II guerra mundial, Tommy Harris se traslada a Mallorca en 1947, junto a su esposa Hilda. En 1949 adquirió una bonita casa en Camp de Mar, y, en principio, su intención era dedicarse a su gran pasión: el arte. Creando obra propia, confeccionando el libro “Goya, engravings and lithographs” y haciendo de marchante de arte. Su vida social aquí en la isla no debía de ser tan interesante como en Londres, aunque entre sus pocas amistades se encontraba el conocido escritor Robert Graves. Es sabido que el ambiente local no era del pleno agrado de su mujer, y la pareja tenía fuertes discusiones, agravadas por la adicción de Tomás al alcohol y los ansiolíticos.
No sabemos hasta qué punto seguía estando ligado a las actividades del servicio secreto, pero es casi seguro que desde aquí contribuyó a difundir la noticia de que Joan Pujol “Garbo” había fallecido por malaria en 1949 en Angola. Una maniobra de distracción para evitar las represalias de los nazis que, aun habiendo perdido la guerra, seguían muy activos.
Harris vivió muchos años en la isla, desde 1947 hasta 1964, cuando falleció en circunstancias un tanto extrañas.
El desenlace final
El 24 de enero de 1964 los Harris tomaron su coche para ir desde Camp de Mar hasta Felanitx, con parada intermedia en Palma, al parecer para almorzar con Robert Graves. Como ya era habitual para Tommy, la comida estuvo regada con mucho alcohol y, más tarde, tampoco faltaron las discusiones con su mujer. Aun así, tras la comida reemprendieron su ruta por la carretera Palma – Llucmajor, y a la altura del km 23,500 el coche se salió de la calzada chocando contra un árbol, falleciendo Tommy y quedando indemne su mujer.
No se sabe cual fue la causa exacta del accidente: ¿velocidad excesiva? ¿conducción imprecisa por haber bebido demasiado? ¿una distracción por estar discutiendo? ¿un fallo técnico en el coche?
Un fallo en el coche sería bastante improbable, pues era muy nuevo (de 1963) y el modelo, un Citroën DS 19 “Tiburón”, era conocido por tener una suspensión y frenos muy buenos y avanzados para su época. Salvo que hubiera sido manipulado intencionadamente para provocar un desastre….
Han circulado teorías de que pudo ser el KGB quien provocó este accidente, ya que no mucho antes su gran amigo Kim Philby había escapado a Moscú y meses más tarde, también Anthony Blunt fue descubierto como agente soviético. Es posible que Harris conociera muchas cosas que no convenía que se supieran y que el KGB decidiera eliminarlo, aunque todo esto nunca ha podido ser demostrado.
El lado más oscuro de Harris
La vida de un espía no puede ser nunca muy transparente y por eso hay facetas que desconocemos. Fue muy exitoso en sus negocios como marchante de arte, y se dice que durante la guerra civil española se aprovechó de la coyuntura para comprar obras de arte a precios irrisorios a personas en dificultades. También se le atribuyó el envío de cuadros de pintores clásicos españoles (Velázquez o Goya), no siempre auténticos, a Venezuela, además de señalarle como financiador o pagador del grupo de Cambridge. Ya poco sabremos si estas actividades fueron ciertas ni si realmente él también colaboró con los soviéticos. Pero lo que sí sabemos es que acabó sus días en Mallorca y que sus restos descansan en el cementerio de Son Valentí en Palma.
Este post es tan sólo un brevísimo resumen de la vida de una trama de espías, de alguna manera relacionados con Mallorca. Muchas de sus aventuras inspiraron al escritor Graham Greene, que cuenta con varios libros publicados acerca de esta temática. Invitamos a los interesados en la materia a que lean y vean documentales acerca de cada uno de estos personajes. Sus historias son realmente fascinantes y aquí nos es imposible extendernos más.