Mallorca connection
Esta historia que titulo “Mallorca connection” habla sobre el transporte a vela, que hizo de Mallorca en la antigüedad y durante muchos años un nexo comercial en el centro del Mediterráneo, conectando civilizaciones.
En busca de un alimento sano
La preocupación por la propia salud y la del planeta es la responsable de numerosas iniciativas en el camino de la transición ecológica.
Una nutrición saludable parece íntimamente ligada al respeto por el medio ambiente, a una forma de producir alimentos que nos nutran y nos sanen. El número de productores con certificación ecológica y de tiendas de productos ecológicos se ha disparado en los últimos años. Los mercados ecológicos ya asentados, como el mercado de la plaza de los patines de Palma, congrega cada martes y cada sábado a numerosos consumidores o (como algunos se consideran a sí mismos) coproductores por su compromiso con este tipo de producción.
El término de “proximidad”, tan manoseado últimamente en el mercado, aparece para recordarnos que de poco sirve producir bien si luego hay que quemar combustibles fósiles para que los alimentos tan respetuosamente producidos lleguen a nuestra despensa, muchas veces desde otro país e incluso desde otro continente. De este modo, para los más puristas, la consciencia de la proximidad puede suponer una limitación importante a la variedad de su dieta.
Transporte de mercancías
Y es que hace ya mucho tiempo que el transporte de mercancías por carretera no se hace a lomo de bestias, o en carros de sangre (como se conocía a los carros tirados por animales). El motor de explosión sustituyó hace ya mucho tiempo ese medio de transporte terrestre.
Los barcos a vapor y luego a gasoil sustituyeron a los grandes barcos a vela en el transporte marítimo.
Así que nos limitamos a mirar a otro lado hasta que la técnica posibilite un transporte con energía solar, o quién sabe si algo mejor.
Transporte del siglo XXI
Mientras tanto, un grupo de emprendedores de la costa occitana (en la costa sur de Francia), con Frédéric Dijol y Paul Guilhaumon a la cabeza, ha tomado la iniciativa de proponer su propio servicio de transporte a vela, con una huella de carbono próxima a cero. El “Saveur”, que es como llaman a su Sadler 34 reacondicionado, carga en su bodega hasta 2 toneladas de mercancía ecológica, en 5 metros cúbicos, entre los puertos Port Camargue, Sète, Agde, Gruissan, Banyuls sur Mer en la costa sur francesa, lo definen ya como el primer velero de carga mediterránea del siglo XXI.
Esta iniciativa, que los promotores han bautizado como ÉOL-LIEN, puede parecer para muchos poco más que una idea romántica e incluso una utopía, sin embargo es ya una realidad, y se gana a pulso su lugar como protagonista en el camino de la transición ecológica. El tiempo lo dirá, pero lo indispensable para que este proyecto sea un éxito es la respuesta de los consumidores. Como siempre, hay que recordarnos que el poder lo tiene el consumidor, que es quien decide dónde pone su euro, o diciéndolo de otro modo donde vuelca su energía para que los proyectos funcionen.
Una mirada atrás, Mallorca connection
Unos milenios atrás, la ruta más rápida y más segura entre dos puntos era siempre el mar. Por eso existió una conexión cultural entre las civilizaciones de la cuenca mediterránea. No solo existieron intercambios comerciales, sino también culturales.
Este sueño, que supone reconectar los puertos del Mediterráneo, a través de un transporte con una huella de carbono casi nula, nos hace recuperar la confianza en el cruce de civilizaciones y sus efectos de riqueza cultural y social.
Haciendo memoria, Mallorca estuvo muy relacionada comercialmente con el sur de Francia. Entre 1865 y 1890, desde el puerto de Felanitx, Portocolom, partían barcos cargados con vinos producidos en Mallorca hacia el puerto de Sète durante los años de la plaga de Filoxera en Europa (de la que las islas se libraron durante unos años). Anteriormente ya escribimos un artículo en el que se hacía referencia a esto. Lo puedes leer siguiendo el enlace… https://productesdemallorca.es/la-tradicion-de-los-pates-en-mallorca/
Y durante muchos años, desde el puerto de Sóller se exportaban cítricos, embutidos y tejidos a varios puertos de la costa sur francesa. La influencia de la cultura francesa en los habitantes de Sóller es todavía remarcable.
La visita del Saveur
El “Saveur” nos visitará en breve, el próximo 11 de Febrero si el tiempo lo permite, para cargar una tonelada de naranjas, y un mes más tarde para cargar el mismo peso de limones, hacia Francia. Todo ello producido en ecológico y en la isla de Mallorca.
Frédéric Dijol me comenta que ofrece a los restauradores mallorquines, grupos de consumo, cooperativas de productores, … la posibilidad de adquirir productos provenientes de los otros puertos de su ruta, y colaborar así a que esta ruta se expanda y la transición ecológica se fortalezca, convirtiendo esta iniciativa en una opción viable y perdurable.