Mallorquines en Puerto Rico
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Mallorquines en Puerto Rico

Actualmente nos parece que Mallorca es un lugar rico, y que sus habitantes tienen un alto nivel de vida. Pero no siempre fue así, y de hecho en muchas épocas la isla sufrió profundas crisis y muchos mallorquines se vieron forzados a emigrar. De ahí la presencia de mallorquines en Puerto Rico.

Mallorca siglo XIX, situación

La economía de nuestra isla en el S XIX era fundamentalmente agrícola aunque no siempre era una actividad muy rentable. Los incrementos de población llevaban muchas veces a altas tasas de desempleo, a muy bajos salarios agrícolas y al descontento general.

A finales del S XIX el campo en Mallorca sufrió un gran batacazo con la plaga de la filoxera, que destruyó cientos de hectáreas de viñas.  El sector industrial más importante, el calzado, también entró en declive, y estas dos circunstancias dejaron a muchísimas familias sin trabajo.

¿Por qué y a dónde emigrar?

La crisis agrícola, la crisis industrial, la falta de oportunidades e incluso no hacer el servicio militar. El sueño de emigrar y volver tras haber hecho fortuna. Y porqué no….el deseo de aventuras. Posiblemente todas estas circunstancias llevaron a miles de personas a buscar un futuro mejor en otro lugar. Los destinos preferidos de los mallorquines fueron Francia, Argelia y América (Argentina, Uruguay, Cuba y Puerto Rico).

En este post nos centraremos en Puerto Rico, que recibió a infinidad de mallorquines como su nueva patria.

anuncios vapor a Puerto Rico

El Reglamento de libre comercio

En el año 1765 el rey Carlos III empezó a liberalizar el monopolio del comercio con América que tenían Sevilla y Cádiz. Algo más tarde, en 1778, ya se incluyó a Palma de Mallorca como uno de los 13 puertos autorizados para los intercambios comerciales con América.  

Y de esta manera los mallorquines tuvieron no sólo una mayor oportunidad de enviar sus mercancías allí, sino también de conocer esas tierras.

 Los primeros mallorquines en Puerto Rico

Sóller está enclavado en un profundo valle y en aquella época tenía muy malas comunicaciones con Palma, lo cual dificultaba mucho la movilidad de las personas y el comercio. No es de extrañar que con el carácter emprendedor de los sollerics, muchos se decidieran a hacer las maletas y emigrar. Distintos historiadores consideran a D. Juan Marqués i Marqués, de ca´n Alic,  como el primer solleric que emigró a Puerto Rico en 1837. A partir de ahí, muchos otros mallorquines se lanzaron a seguir sus pasos.

Goleta Aníbal

La travesía…. ¿Cómo era?

Varias goletas (la “Palma”, la “Victoria” o la “Anibal” entre otras) cubrían la ruta entre Mallorca y las Antillas. Eran buques  grandes, a vela,  con un desplazamiento superior a las 100 toneladas y que transportaban todo tipo de mercancías, siendo los más habituales el aceite, vino, almendrón, alcaparras, licores, jabón, esparto, telas, camisas, sombreros y calzado, todo ello elaborado en nuestra isla, Mallorca.

Además de estos productos, también había espacio para el pasaje, emigrantes que buscaban un futuro mejor  en América. El viaje no era fácil, muchas personas hacinadas en pocos metros y en condiciones muy precarias. Si el tiempo era bueno, la travesía podía durar unos 50 días.

Principales pueblos de salida

Palma, Sóller, Artá, Felanitx, Manacor, Pollensa e Inca fueron las poblaciones de donde partieron más mallorquines hacia Puerto Rico.

La llegada a Puerto Rico

Era muy habitual que cuando uno emigraba a algún destino concreto era porque algún amigo o conocido de su pueblo ya lo había hecho antes.  Así por ejemplo en Guayama o en Mayagüez los más habituales eran los emigrantes de Artá, mientras que en Lares y Adjuntas eran los sollerics los predominantes. Los mallorquines ya establecidos en Puerto Rico solían acoger a sus paisanos y darles trabajo o ayudarles a conseguirlo.  

A lo que más se dedicaron fue al comercio y a la agricultura, y en lo que más destacaron fue en las explotaciones de café, que en Puerto Rico era de excelente calidad. También instalaron y trabajaron en prósperas destilerías de ron como Ron El Mensajero, Ron Ancla, o Ron Pizá.

Otros llegaron a hacer una buena carrera en profesiones liberales, destacando como médicos o farmaceúticos, como militares o también en importantes cargos de la política local.

cosechando caña de azúcar en Puerto Rico

Algunos establecimientos emblemáticos

Uno de los comercios más conocidos fue “Los Muchachos”, lugar donde muchos jóvenes mallorquines recién llegados tuvieron su primer trabajo y donde aprendieron el comercio y los negocios.

El restaurante “La Mallorquina” fue fundado en 1848 en el viejo San Juan, al igual que la cafetería “La Bombonera”, que hasta hace poco seguía despachando ensaimadas, conocidas en Puerto Rico como Mallorcas.

Hacienda La Balear en Puerto Rico

Algunas haciendas cafeteras como “La Mayol” y “La Balear” o ingenios azucareros como “La Central Sóller”, de la familia Marqués, fueron especialmente prósperas y significativas en su época.

Hacienda La Mayol

El retorno a Mallorca, los “indianos”

Este era el nombre que se le daba a los que habían regresado de “Las Indias” tras haber hecho fortuna. Y de alguna manera, mostrar el éxito conseguido era importante. Construyendo una vistosa mansión, un edificio emblemático o haciendo importantes inversiones.

Ca’n Cremat en Sóller

Y así lo hicieron algunos sollerics al regresar de Puerto Rico, que fueron impulsores del Banco de Sóller, del tren de Sóller y otros negocios de importancia relacionados con el gas o la electricidad.

inauguración del Tren de Sóller

Que queda hoy en día en Puerto Rico

Algunas poblaciones tienen un nombre típicamente mallorquín, como “Palmer”, “Rafael Capó” o “Castañer”. Qué decir de tantas y tantas personas con linajes mallorquines, como Cañellas, Guasp o Rosselló entre muchos otros. De hecho uno de los últimos gobernadores de Puerto Rico (hasta el año 2019) fue Ricardo Rosselló.

Es posible que, tras más de 100 años de estar bajo la influencia norteamericana, muchos portorriqueños ya no sean tan conscientes de sus orígenes. Pero de lo que seguro que disfrutan muchísimo es de comerse unas buenas “Mallorcas”, que es el nombre que le dan a las ensaimadas que se hacen allí.

Para saber un poco más

Quizás tienes familiares lejanos en Puerto Rico, o quizás un antepasado tuyo emigró y regresó de allí. O simplemente te interesan este tipo de aventuras vitales y te gustaría saber un poco más sobre este tema.

Si es así, te recomendamos 2 obras:

Documental:  https://www.filmin.es/corto/haciendo-las-americas-de-mallorca-a-puerto-rico

Novela corta: “Un mallorquí a Puerto Rico” La aventura de un indiano, de Carmel Bonnín

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