Condesas y duquesas de Mallorca
No, aunque lo parezca, hoy no hablaremos de títulos nobiliarios y de gentes de la aristocracia mallorquina como verdaderas condesas y duquesas de Mallorca. Sino de un interesantísimo proyecto empresarial que, lamentablemente, no tuvo un largo recorrido.
Los aficionados a los automóviles y especialmente a los clásicos seguramente ya conocerán la historia de estos coches: los CBA Condesa y Duquesa, elaborados en Mallorca. Las condesas y duquesas de Mallorca.
El emprendedor
Nacer en Argentina seguramente es un lugar ideal para fomentar la imaginación y las ganas de salir adelante. Y si además de esto uno puede añadir tener unos padres suecos, que aporten una cierta dosis de eficiencia y seriedad, pues quizás ya tengamos la combinación ideal para ser un buen emprendedor. Y esos fueron los ingredientes personales de Thomas Wadström, el fundador de CBA.
La empresa, CBA
CBA era la abreviación de “Compañía Balear de Automóviles S.A.” y fue fundada en Julio de 1982. Su sede social y donde se hacían los coches era una nave industrial en la calle gremio de Tintoreros, nº 37, del Polígono de La Victoria (Actualmente Polígono de Son Castelló) en Palma de Mallorca.
El concepto
La idea era hacer un coche con la estética de los primerísimos automóviles, algo similar a lo que la famosa marca francesa De Dion Bouton había fabricado entre los años 1900 y 1910.
Pero por otro lado, también era muy importante contar con una base mecánica moderna, sencilla, fiable y económica. Y en esos aspectos el Citroën 2cv era perfecto, pues contaba con un chasis independiente de la carrocería, además de un motor de 602 cc, con sólo 2 cilindros opuestos (Bóxer), refrigerado por aire y 29 caballos de potencia.
El Citroën 2cv tenía una carrocería de chapa, fácil de desmontar, y una vez quitada, quedaba el chasis desnudo, con la mecánica y las ruedas. Sobre este bastidor se montaría luego toda una carrocería en fibra de vidrio, estilo vintage y el conjunto se remataría con distintas piezas en maderas barnizadas de calidad, asientos de época, una capota con una ventanilla posterior oval y unos faros clásicos, todo al más puro estilo “Belle Epoque”.
El resultado
Un simpático y exclusivo vehículo, poco problemático y fácil de mantener e ideal para disfrutar de la primavera y el verano. Esa era la idea que llevaba Thomas Wadström y que tendría que ser un gran éxito como vehículo para alquiler para los turistas en Mallorca.
Modelos y versiones
El condesa era la versión básica y contaba con un gran parabrisas plano, 4 plazas en unos vistosos asientos rematados con botones, capota parcialmente en lona, grandes guardabarros y estribos laterales para subirse fácilmente. Con su sencilla mecánica de sólo 29 caballos y 4 marchas su velocidad máxima estaría sobre los 105 kms/hora, aunque como no montaban puertas una velocidad de crucero adecuada sería sobre los 70 kms/hora.
El duquesa era fundamentalmente el mismo coche, pero más lujosa. Con algunos detalles como una tapicería de mayor calidad, algunas piezas en latón (faros y bocina), unos cajones laterales en madera y otro posterior más grande en mimbre. La pintura tenía un mejor acabado, con un perfilado de color dorado y los colores de la carrocería eran más oscuros que en el condesa, todo para darle una mayor elegancia.
La pick-up era una versión de 2 plazas pero con una bonita y útil plataforma trasera hecha en madera que permitía cargar hasta 350 kilos.
Los precios en 1984 oscilaban entre las 609.000 pesetas (3675 euros) para un condesa y las 706.000 pesetas (4253 euros) para un duquesa. La Pick up era 12.000 pesetas más cara que el condesa.
Las distintas fábricas
La actividad se inició en Mallorca, pero rápidamente se vio que los costes de producción resultaban muy altos. Se pensó entonces en hacer otra planta de ensamblaje en Sagunto (Valencia) y desarrollar 2 nuevos modelos, una furgoneta y un deportivo.
Finalmente el traslado se hizo, pero a Las Palmas de Gran Canaria, donde se constituyó la sociedad “Clásicos canarios de automóviles S.A”.
Sin embargo, al poco tiempo la empresa sufre un gran revés, pues el fundador y alma del proyecto, Thomas Wadström fallece de manera repentina.
Parece que entonces los derechos de explotación de la marca pasarán entonces a una empresa ubicada en Madrid, que llevará dicha gestión y las ventas por encargo hasta aproximadamente 1987.
La última etapa de esta aventura empresarial aún será más lejos, pues se irá hasta Bélgica, donde el especialista en transformación de Citroën 2cv, la empresa Alveras, todavía ensamblará unas cuantas unidades más.
Se calcula que en Mallorca se montaron unas 200 unidades, en Canarias entre 40 y 60 más y el resto, hasta quizás un total de 300, ya fueron hechas en Bélgica.
Condesas y Duquesas hoy en día
Habiéndose fabricado tan pocas unidades, sería lógico pensar que actualmente han desaparecido totalmente. Sin embargo no es así, porque muchos de sus dueños han cuidado estos coches con auténtico mimo. Este coche no se considera ya sólo como un simpático vehículo veraniego, sino como un auténtico objeto de colección. Buscando un poquito, aún se pueden encontrar algunas unidades en venta y en buen estado. Los precios ya no son los de entonces, sino que para hacerse con uno, a día de hoy (Febrero de 2022), fácilmente habrá que desembolsar entre 12.000 y 20.000 euros.
Esta fue la breve historia de las condesas y duquesas de Mallorca, una bonita iniciativa que no llegó a durar mucho tiempo.