tren de Sóller
Publicado el / por Productes de Mallorca / en Historia, Patrimonio

Tren de Sóller

Estamos en pleno verano, la mejor época para disfrutar de la vida. Vacaciones, viajes, la playa, cenas, reuniones con amigos, amores… Y en Mallorca, si cabe, aún se disfruta un poco más, porque tenemos una costa y un mar fantásticos y ambiente para todos los gustos. Así que hoy te proponemos una idea que les encanta tanto a niños como a mayores: un trayecto en uno de los trenes más antiguos de España. Hoy os hablaremos del tren de Sóller.

 

Antecedentes históricos

La revolución industrial surgió en Europa y trajo muchos cambios, uno fundamental fue el ferrocarril. Inglaterra fue la pionera y fue en el año 1825 cuando se inauguró el primer tren del mundo. A España llegó más tarde (1848) y Mallorca tardó un poquito más, pero finalmente en 1875 tuvimos nuestro tren de Palma a Inca. En 1900 ya teníamos 126,75 kilómetros de vías de tren, bastante si consideramos el tamaño de la isla.

 

Sóller

Sóller es un lugar precioso, enclavado en las montañas de la Serra de Tramuntana y en un valle rodeado de naranjos. Apenas está a 30 kms de Palma en línea recta.
Pero precisamente las montañas y los naranjos fueron quienes marcaron su historia más reciente. Porque antiguamente la conexión terrestre con Palma era complicada, pues se hacía con una “Diligencia” tirada por animales, similar a la del Oeste americano.
Sin embargo, gracias a su magnífico puerto, las conexiones marítimas eran muy buenas, y de esto se benefició enormemente el comercio de naranjas, que se exportaban en grandes cantidades al sur de Francia. Sóller se abrió al mundo y se enriqueció.

 

Una época de desarrollo e ideas nuevas

Los principios del siglo XX fueron un boom de avances técnicos: El automóvil. El teléfono. El tren. Incluso el avión.
Además de este contexto general, Sóller también tenía un buen nivel económico, no sólo por el comercio con Francia sino por el retorno de gente con fortuna de las últimas colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas). Sóller tenía ansias de modernidad, y contaba con unas élites avanzadas e incluso con un banco propio, el Banco de Sóller.
Así que en 1905 se constituyo la “Sociedad Ferrocarril Palma–Sóller SA” , con 150 fundadores – accionistas.

 

Empiezan las obras

Tras solventar todos los temas burocráticos y legales, en junio de 1907 se inician las obras. El trayecto tendría 4 estaciones: Sóller, Bunyola, Son Sardina y Palma. Pero lo más complicado serían los túneles para atravesar las montañas, 5 en total, el más largo con casi 3 kilómetros, todo un reto para la época.
Se arrancaron las obras con unos 400 obreros, la mayoría de la península y especialmente aragoneses, catalanes y valencianos y con un jornal aproximado de unas 6 pesetas diarias, pero que se cobraban por metro perforado.

 

¡Arranca el tren!

Tras varios años con complicaciones en la construcción, huelgas de los trabajadores y otros pormenores, finalmente el tren realiza su primer recorrido el 7 de octubre de 1911. Tras todas las pruebas y ajustes, a partir de abril de 1912 ya puede prestar sus servicios con regularidad.
Pero la gran fiesta de inauguración oficial es el día 16 de Abril, en un precioso día de primavera. A las 15.00 horas sale de Palma el convoy de 2 máquinas de vapor y 5 vagones repletos de invitados. Después del espectacular recorrido llega a las 17.00 a Sóller, donde le esperan 3 bandas de música, una magnífica decoración con flores y naranjas, las autoridades y una gran afluencia de público. El día es emocionante, es un antes y un después para Sóller, el tren ha roto el aislamiento.

 

1929, un año clave

Después de varios años de funcionamiento a base de carbón y caldera de vapor, el tren de Sóller da un enorme salto adelante y se pasa a la electricidad, con corriente continua de 1200 voltios. Más moderno, más limpio, más eficiente y silencioso.
Y así se queda hasta nuestros días, como un precioso tren de vagones y locomotora de madera, con el sabor de los años ’20.

El tren, hoy

Acércate a la Plaza de España en Palma y verás una gran estación de trenes y buses, la estación intermodal. Pero no, la que nos interesa es una pequeñita, antigua y coqueta, la estación de nuestro tren de madera que nos llevará a Sóller.

Compramos un billete y subimos a uno de los vagones, pero hay que darse prisa, mejor ocupar un asiento al lado de la ventana. Las vistas lo merecen.
Suena el silbato y el tren arranca, es un viaje en el tiempo. Parece que estamos en 1929. Poco a poco va avanzando entre el tráfico, en medio de la ciudad que se ha ido desarrollando durante estos años.

 

Sigue el recorrido y empieza lo mejor

El traqueteo se deja oír, ya estamos saliendo de la ciudad y las vistas se despejan, el airecito nos da en la cara a través de sus antiguas ventanas. Pronto llegaremos a Son Sardina, y más tarde a Bunyola. Pero lo más espectacular viene al llegar a la zona montañosa, con sus túneles y al salir de éstos, unas vistas impresionantes. A medida que nos acercamos al valle de Sóller la vista de las casitas de piedra, los naranjos y sobre todo el aroma de flor de azahar nos llenan los sentidos…

Contemplamos el paisaje y no queremos que el trayecto llegue a su fin, pero poco a poco el tren va descendiendo y al cabo de 1 horita habremos llegado a nuestro destino. Hay mucho por ver en Sóller, así que tanto el recorrido en tren como un paseíto merecen la pena.
Si vienes a Mallorca… ¿Te lo vas a perder?

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