La coca mallorquina
La coca mallorquina, al igual que otros alimentos, adquiere su razón de ser cuando se rodea de comensales. Personas que por múltiples motivos se reúnen para degustar, compartir y disfrutar.
Entorno mediterráneo
El espacio en torno al Mediterráneo, ya sea Grecia, Italia, España… es bien conocido por múltiples aspectos, y aunque cada país es un mundo, comparten mucho: orígenes culturales, cierta visión del mundo, fuertes vínculos familiares, y sobre todo una clara pasión por la vida y el disfrute. Basta un primer acercamiento a esos países, un simple viaje, para encontrar alimentos e incluso bebidas que parecen compartir raíces comunes, y en ocasiones algo más que ingredientes.
Reuniones familiares
Una de las cosas de las que más disfrutan los españoles, y los mediterráneos en especial, es reunirse familia, amigos y conocidos, para charlar, hacerse bromas, a veces debatir…
El verano es ideal para estas reuniones, buen tiempo, una terracita… y, lo que seguro que no faltará es, comida y bebida, variedad y cantidad.
Fórmula local – la coca mallorquina
Y aquí en Mallorca, ¿cuál es un elemento fundamental en cualquier evento de este estilo? Pues sí, las famosas cocas mallorquinas.
Fáciles de hacer, con ingredientes naturales, asequibles, sanas, ligeras y sobre todo… muy sabrosas.
Originalmente (en los pueblos todavía se hace así) con la masa que sobraba de hacer el pan, y algunas verduras del tiempo que había siempre a mano, se preparaba una coca.
Puedes elegir una de las tres más tradicionales: Coca de trampó, coca de pimientos rojos o coca de verduras… y si eres más imaginativo, inventar tú mismo alguna nueva receta.
Lo que está claro es que, junto a un refresco, una cervecita, o una copita de vino, ¡¡ te harán disfrutar de la jornada !!
Si te atreves a cocinar, siguiendo el enlace encontrarás la receta de la coca de pimientos: Coca mallorquina de pimientos